DÍA A DÍA CON LA VERDAD UNIVERSAL:
Comentarios exegéticos
sobre El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec:
La obra cumbre del pensamiento universal:
20 de
julio
7. Se
podría encontrar la causa primera de la formación de las cosas en las
propiedades íntimas de la materia?
-“Entonces, cuál sería la causa de estas propiedades? Volvemos
siempre a la necesidad de una causa primera”-.
Atribuir la primera formación
de las cosas a las propiedades íntimas de la materia, sería igual que tomar el
efecto por la causa, por cuanto estas mismas propiedades constituyen un efecto
que debe tener una causa.
COMENTARIO
EXEGÉTICO DE GIUSEPPE ISGRÓ C.
Cuáles
son las propiedades íntimas de la materia? Cuál es la esencia de la materia, en
cada tipo de la materia? Por qué de la misma tierra diversas especies vegetales
extraen una inmensa variedad de plantas, flores, frutos, entre otros
particulares? Por ejemplo: Cada especie tiene una forma diversa y uniforme,
edad tras edad, excepto un estado de perfeccionamiento en el espacio y en el
tiempo, que indica que cada una se va perfeccionando, o evolucionando, en su
misma naturaleza. Un naranjo produce naranjas en cualquier parte del planeta en
que se siembre. En un mismo lugar, un rosal y un cerezo, darán,
respectivamente, y de la misma tierra, una rosa y un fruto denominado cereza.
Existe una inteligencia vegetal que realiza un trabajo capaz de extraer –y elaborar-
los elementos adecuados, de la tierra, para dar el respectivo fruto –resultado-
inherente a la especie que representa.
Cada
especie tiene una inteligencia particular y una programación mental –conocimiento-,
para realizar una labor asignada por la naturaleza de las cosas para obtener un
resultado que complementa la Gran Obra de la Creación.
La
misma tierra que pareciera uniforme, contiene, sin embargo, una determinada
cantidad de elementos –diferentes entre sí-, conocidos y por conocer, que
tienen entre sí características particulares. Esas características particulares
a nivel elemental –de los minerales- son los resultados –características- inherentes
a cada mineral. La materia en sí no es más que energía condensada. Si se
manifiesta una determinada variante en los elementos que conforman la materia,
es porque existen determinadas esencias –Espíritus elementales- que vibrando a
determinada frecuencia, son capaces de manifestar determinados elementos
físicos –o materia-.
Esas
propiedades íntimas de la materia a que hace referencia el Maestro Allan
Kardec, en su pregunta número siete de El Libro de los Espíritus, no son más
que las diversas variantes de Espíritus Elementales de la naturaleza que tienen
una misión específica de condensar determinados tipos de materias en la
dimensión física a partir de la energía universal. Cada Espíritu elemental
tiene una frecuencia vibratoria determinada. Al vibrar en esa frecuencia, manifiesta
su equivalente físico, condensando el respectivo elemento. Por ejemplo: El
Espíritu elemental del hierro, condensando la misma energía universal,
manifiesta el elemento hierro, tal como el del oro, manifiesta oro, y el del
platino, platino, y así sucesivamente con cada elemento conocido o por conocer.
Si
existen variantes en las manifestaciones físicas de la materia es porque
también las hay en los espíritus elementales que las manifiestan, al igual que
ocurre en el reino vegetal, en el animal y en el humano.
El
tipo de materia manifestada es un efecto del tipo de Espíritu elemental que la
manifiesta, es decir: Su causa. No existe efecto sin causa, ni causa que no
genere efecto. De manera que es imposible aislar el efecto de la causa, o ignorar
ésta, sin distorsionar la verdad. Es preciso en todo efecto buscar la causa que
lo origina y tendremos una visión completa de la verdad, en el grado relativo
al propio estado -y grado- de conciencia. Es indispensable ver toda la realidad
y no solamente un aspecto de la misma. Y toda realidad tiene una vertiente física
y otra espiritual. Además, existe un elemento de enlace que une ambas
dimensiones o polaridades. En esa duplicidad de dimensiones el grado de
conciencia imperante en la dimensión espiritual se refleja en la respectiva
manifestación física. Una mayor depuración de la materia indica que existe una equivalente en la dimensión espiritual.
En
todos los reinos naturales existen elementos, -o especies-, que presentan una
mayor depuración que en otros. Es el grado de conciencia evolutiva que presenta,
a nivel particular cada uno de los elementos, o especies vegetales, animales o
humanos.
Entonces,
la causa de estas propiedades íntimas de la materia lo constituye el Espíritu,
en todas sus vertientes y variantes: Elemental, -en el reino mineral-; Vegetal, -en el reino vegetal-;
Animal, -en el reino animal; recordando que animal quiere decir que posee un
alma, ya que alma equivale a –anima-, de ahí el término animal. El Espíritu elemental es la causa primera de la materia. La manifiesta a partir de la condensación de la energía por su respectivo grado vibratorio.
El
Espíritu de cada reino natural es una manifestación en la conciencia individual
de la Divinidad sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad. Cada Espíritu en los cuatro reinos de la
naturaleza está dotado de vida eterna e inmortal; es coeterno con la Divinidad
y está dotado de los mismos atributos divinos de la Divinidad y es poseedor de
una réplica exacta de la conciencia de la Divinidad.
La
única diferencia que existe es que, mientras la Divinidad posee todos sus
atributos divinos desarrollados en grado infinito en todas sus vertientes y
variantes, cada uno de los Espíritus manifestado a la conciencia individual, en
los cuatro reinos naturales, los posee en grado potencialmente infinito, que
eternamente desarrollará sin encontrar jamás un límite.
Es
el eterno retorno del ser individual hacia el Ser Universal. Es la búsqueda de
sí misma de la Divinidad en sus ilimitadas expresiones a la conciencia
individual.
Esos
atributos divinos tienen una doble vertientes: La del conocimiento, que se
expresa mediante los parámetros de los valores universales, mediante el
lenguaje de los sentimientos en la propia conciencia, en la dimensión
espiritual. Como emociones, en la conciencia, a nivel anímico o del alma; y
como sensación, a nivel físico, o del cuerpo. Los pensamientos en cada una de
las variantes espirituales se expresan mediante imágenes. Se piensa en
imágenes. Cada ser en los cuatro reinos naturales demuestra ser poseedor de un
conocimiento específico para realizar la propia labor que le asignara la
naturaleza de las cosas en los planes cósmicos.
Empero, desde ese mismo estado de conciencia inherente a cada ser en los cuatro reinos naturales, cada quien realiza su viaje del eterno retorno hacia el Ser Universal, Jamás ese viaje tendrá fin por cuanto es infinito. Es el eterno camino del progreso universal sin límites de ninguna naturaleza, en una inmensidad de mundos, en la expansión eterna de la Creación. La misión consiste en adquirir consciencia del Todo en todas sus vertientes y variantes. Siempre encontrará un más allá. Es lo que denominamos la Eterna polarización del ser individual hacia el Ser Universal: -en el Círculo y el Signo Más-. Es un camino circunferencial que conforma la espiral cósmica, en los estados de conciencia y sus grados perceptivos de la verdad universal.
Empero, desde ese mismo estado de conciencia inherente a cada ser en los cuatro reinos naturales, cada quien realiza su viaje del eterno retorno hacia el Ser Universal, Jamás ese viaje tendrá fin por cuanto es infinito. Es el eterno camino del progreso universal sin límites de ninguna naturaleza, en una inmensidad de mundos, en la expansión eterna de la Creación. La misión consiste en adquirir consciencia del Todo en todas sus vertientes y variantes. Siempre encontrará un más allá. Es lo que denominamos la Eterna polarización del ser individual hacia el Ser Universal: -en el Círculo y el Signo Más-. Es un camino circunferencial que conforma la espiral cósmica, en los estados de conciencia y sus grados perceptivos de la verdad universal.
La
segunda vertiente, es la expresión potencialmente infinita del poder creador
que se anida en cada Espíritu, o ser, que eternamente expresará en un mayor
nivel, a medida que vaya afrontando necesidades inherentes a ese nivel, o
anhelos, propósitos u objetivos de auto-realización. Si cada ser experimentase
una necesidad infinita, en ese mismo grado expresaría el conocimiento
inherente, y el poder creador para autosatisfacerla.
Dentro
de ese potencial infinito de manifestación expansiva de la Creación Universal,
la Divinidad constituye la pedagoga de sí misma en la manifestación respectiva
de cada ser en la conciencia individual por el lenguaje de los sentimientos
análogos a los valores universales, expresión sublime de la ley cósmica impresa
en la conciencia de cada ser. En fin de cuenta, no deja de ser un juego de la
Divinidad con la misma Divinidad. Un juego para divertirse en toda la
eternidad.
Entonces,
porque no empezar ahora mismo con esa sublime diversión? Cambiaremos todo eso por
un bien menor de lo que la Divinidad dispuso para todos?
Adelante.
Tema
en revisión:
No hay comentarios:
Publicar un comentario