DÍA A DÍA CON LA VERDAD UNIVERSAL:
Comentarios exegéticos
sobre El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec:
La obra cumbre del pensamiento universal:
18 de julio
5. Cuál consecuencia se puede obtener del
sentimiento intuitivo que todos los seres humanos tienen de la existencia de
Dios?
-“La de que Dios existe. Cómo explicar
en ellos este sentimiento si se apoyase en la nada? Y, también ésta es una
consecuencia del principio de la causalidad”-.
COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:
Cada ser en los cuatro reinos naturales: humano, animal,
vegetal y mineral, tiene conciencia de Dios. En qué grado le percibe depende
del estado de conciencia alcanzado, en un momento dado.
Sabemos que el ser humano le percibe de diversas maneras y de
que el sentimiento de reverencia es general tanto hacia el Ser Universal como
hacia toda la Creación. Empero, la reverencia hacia Dios se encuentra
generalizada en todos los seres de los cuatro reinos naturales.
Sabemos, intuitivamente, o por analogía, que el sentido de la
conciencia perceptiva de Dios es constante en todos los reinos naturales. Los
seres perciben a la Divinidad aun cuando no se dan cuenta de que lo hacen.
También los animales, los vegetales y los minerales perciben a Dios en su
conciencia, por ser ésta, aun en ellos, una réplica exacta de la conciencia de
Dios.
Cómo le perciben y en qué manera, precisa mayor grado de
meditación para detectarlo. El modo universal en que se percibe a Dios, en
todos los seres de los cuatro reinos naturales, es el de los sentimientos
análogos a los valores universales, en la conciencia.
En todos los seres late la misma vida, y es idéntica voluntad
la que determina que esa vida continúe expresándose en cada individuo, sea
mujer u hombre, animal, vegetal o mineral.
Esa voluntad, o anhelo de vivir, generalizado en todos los
seres es la expresión de la voluntad de la Divinidad. Es la búsqueda de la
expansión de la Creación haciendo tangibles los anhelos de Dios.
Siendo esa Divinidad perfecta en todas sus vertientes y
variantes, lo es también el Espíritu de cada ser emanado a la conciencia individual,
indiviso, y sin dejar de ser la misma Divinidad, Adquiriendo, la Divinidad,
conciencia individual en cada ser, la evolución consiste en manifestar, por la
experiencia, siempre, nuevos y más elevados estados de conciencia, y no de
pasar de un nivel mineral al vegetal, de éste al animal y luego al humano. Por
lo menos en el Planeta Tierra es así.
Pero, siendo una y la misma la ley cósmica en todo el universo,
ese proceso es uniforme en toda la Creación y en todos los mundos del universo.
Esto indica que la diferencia es aparente, y que es la misma
la vida que late en todos los seres.
En el rol que asume, la Divinidad, en cada ser de los cuatro
reinos naturales, cumple el que le está asignado desde siempre en los planes
cósmicos, y en la ley cósmica. En ese rol cada ser sigue su propio camino en el
eterno retorno del ser individual hacia el Ser universal.
Los infinitos grados –estaciones- de conciencia, y los estados
de conciencia –valores universales, o atributos divinos-, por los que va
avanzado en la espiral evolutiva, cada ser, son idénticos en todos los reinos
naturales. Y en cada reino natural, todo ser experimenta análoga
autorrealización, dada la justicia y la igualdad en la ley y ante la ley que
rige a todos los seres. La diferencia es aparente, ya que en todos los seres de
los cuatro reinos naturales es la misma Divinidad la que se expresa.
En los cuatro reinos naturales, ningún ser animal, vegetal o
mineral se cree superior a otro, excepto un sinnúmero de seres en el reino
humano.
Sólo el ser humano se cree superior a los demás reinos
naturales, o a determinados seres de diferentes grupos étnicos o condiciones
sociales. Empero, si bien en alguna forma ese sentimiento de superioridad puede
expresarse, también, en los demás reinos naturales, en éstos el grado de
conciencia de la realidad se encuentra libre de manipulación, por lo menos de
la que se ha observado en diferentes niveles en la historia. El aprendizaje es
idéntico en todos los seres de los cuatro reinos pese a que los roles son
diferentes. Cada ser tiene conciencia del rol que la Divinidad ejecuta por su
intermedio. Los roles de todos los seres conforman una obra armónica, un todo
universal. Un trabajo de Dios con Dios. (Empero, y es un tema aparte, existe
cierta analogía en la idiosincrasia de cada ser en los cuatro reinos naturales,
por lo cual ciertas manipulaciones de dominio, o poder, son generalizadas en
todos los seres, -de los cuatro reinos naturales-, y la ley de que el más
domina al menos, en todas sus vertientes y variantes, rige en todo-.)
La Divinidad tiene conciencia de sí misma en cada ser en que
se expresa, así como de los atributos divinos y de los sentimientos que les son
inherentes. Los reinos parecen ser diferentes, los seres también, pero son
diferencias aparentes. Lo roles son diferentes, pero la obra final es una sola,
conformando un todo. Las partes de ese todo son diferentes, en expresión, pero
conforman una unidad.
La conciencia de la Divinidad en cada ser refleja el nexo que
existe entre causa y efecto.
Es la relación causal entre la Divinidad y cada uno de los
seres de los cuatro reinos naturales, en todas sus vertientes y variantes, en
el eterno camino del retorno del ser individual hacia el Ser Universal, mejor
conocido como Dios.
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