16 de febrero
EL LIBRO DE LOS
ESPÍRITUS, DÍA A DÍA
Uno de los mejores libros de todos
los tiempos!!!
Autor: Allan
Kardec
217.
El ser humano, en sus diversas encarnaciones,
manifiesta los rasgos físicos de sus existencias anteriores?
-“El nuevo cuerpo no
tiene con el de una existencia anterior ningún rapport. Empero, el Espíritu se refleja en el cuerpo,
y, si bien éste no sea más que materia, es modelado, por otra parte, sobre las
capacidades del Espíritu, que les imprime un cierto carácter, especialmente en
la cara. Se dice, generalmente, que los ojos son el espejo del Espíritu, es
decir, que el Espíritu se expresa más particularmente sobre la cara, lo cual es
cierto, por cuanto, una persona, aunque físicamente de poca belleza, tiene en
sí algo que gusta, cuando posee un Espíritu bueno, sabio, gentil, mientras que
existen caras bellísimas, que no poseen atractivo alguno, más bien inspiran
aversión. A primera vista, parecería que solamente los cuerpos hermosos
deberían ser los vehículos de los Espíritus mejores; empero, en realidad, cada
día se encuentran seres humanos de bien bajo aspectos de menor belleza física.
En conclusión: la paridad de gustos y tendencias puede dar a los cuerpos, no
una semejanza pronunciada, sino lo que se dice, normalmente, un aire de
familia”-.
Comentario de Allan Kardec: Por cuanto el cuerpo, que reviste el Espíritu en una
nueva encarnación, no tiene relación con el de la existencia precedente, sería
absurdo deducir una sucesión de existencias de una semejanza fortuita. Todavía,
las cualidades del Espíritu modifican, frecuentemente, los órganos, que sirven
a sus manifestaciones, e imprimen, en el rostro, y en el conjunto de los modos,
un carácter particular. Por lo cual, debajo de los más humildes rasgos físicos
se puede encontrar la expresión de la grandeza y de la dignidad; mientras que,
debajo del vestido del gran señor se observa, alguna vez, la de la bajeza y la
de la ignominia. Ciertas personas, en el ambiente de su nueva existencia, toman
las costumbres y las maneras de la nueva sociedad con tanta naturalidad, que
parece como si se encontraran en su elemento; otras, en su polaridad opuesta,
no obstante su nacimiento y condición, se encuentran siempre como peces fuera
del agua. Cómo explicar estos hechos, sino como manifestaciones de lo que ha
sido el Espíritu en anteriores existencias?
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