domingo, 9 de febrero de 2014

209. Por qué, algunas veces, progenitores buenos y virtuosos dan la vida a hijos de naturaleza perversa? En otros términos: Por qué, las buenas cualidades de los progenitores no atraen, siempre, por simpatía, buenos Espíritus para encarnarse como sus hijos?





08 de febrero

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DÍA A DÍA

Uno de los mejores libros de todos los tiempos!!!

Autor: Allan Kardec



209.   Por qué, algunas veces, progenitores buenos y virtuosos dan la vida a hijos de naturaleza perversa? En otros términos: Por qué, las buenas cualidades de los progenitores no atraen, siempre, por simpatía, buenos Espíritus para encarnarse como sus hijos?
-“Un Espíritu malo puede solicitar de encarnarse cerca de progenitores buenos con la esperanza que sus consejos lo separen de la vía inconveniente; frecuentemente, Dios lo concede”-.

COMENTARIO EXEGÉTICO GIC:

Es una respuesta interesante, y a la cual pocas veces se hace referencia cuando se explica la composición de la familia. Generalmente, se menciona a que la integran Espíritus afines que encarnan en la misma familia con el fin de prestarse apoyo mutuamente. Igualmente, se afirma que, por efecto de la ley de justicia y la de compensación, la ley de afinidad integra en el mismo núcleo familiar a todos aquellos seres que, de una u otra manera, deben limar asperezas, o compensarse deudas kármicas de determinadas índoles. En estos casos, los lazos de la carne, y del parentesco, en la dimensión física, permiten compensarse recíprocamente, fomentar lazos de afinidad, e, implícitamente, recabar el aprendizaje necesario para vivir en armónica cooperación, disfrutando de la interrelación afectiva que se ha desarrollado, a partir de entonces, en una o más existencias.

Se sabe, por las comunicaciones recibidas de diversos entes espirituales, y en diferentes partes del planeta, que, en numerosas oportunidades, el Espíritu afectado por las acciones indebidas de ciertos seres, una vez en la dimensión espiritual, asume la misión de ayudar a quienes le perjudicaron, para que puedan enmendarse y, de esta manera, seguir por la vía del bien. Esto, muchas veces, lo logran durante un gran número de existencias, lo cual implica una elevada cuota de sacrificio, pero, sobre todo, de amor. El amor todo lo puede.

También, por supuesto, ocurre, seguramente más de lo que se piensa, que determinados Espíritus, al igual que lo hace un estudiante cuando elige el maestro, o Instituto con quien, o donde quiere estudiar, solicita al Espíritu elegido la oportunidad de entrar en su núcleo familiar, o de trabajo. Esto tiene múltiples funciones: apoyarse mutuamente y de aprendizaje, tal como ocurre con cualquier aprendiz que solicita ingresar en un determinado Taller artesanal.

Evidentemente, este tipo de cooperación  puede darse en cualquier nivel de la Escala del infinito progreso, ya que, a niveles muy elevados, alguien de menor grado, aunque represente, a su vez, un nivel importante de desarrollo, en esas esferas, un grado inferior equivale, igualmente, a esas polaridades opuestas, entre el bien y el mal, que se observan en la realidad social. El Espíritu de un nivel de conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora de grado inferior solicita la oportunidad de encarnar con la familia del grado inmediato superior, a los fines de aprendizaje y superación moral integral. A su vez, éste ser que ha sido beneficiado con la oportunidad inherente, hará, a su vez, lo pertinente para colaborar con aquellos seres que le siguen en la escala inmediatamente inferior. Es la cadena de la solidaridad universal en acción efectiva de cooperación.

Sin duda, allí entra en juego la habilidad del maestro para templar al Espíritu del que ha solicitado su apoyo, para seguir con mayor efectividad por la senda de las virtudes.

Aquí se hace relevante destacar que la misión del ser, en los cuatro reinos naturales, es el estudio de todas las ciencias, de todas las filosofías, de todas las artes y la práctica de todas las virtudes. Al estar preparado para la siguiente fase, aparecen a la vista, los seres con los cuales habrá que formar parte, o familia, para los fines pertinentes. Es la eterna polaridad de un estado de conciencia a otro más elevado.

Es preciso recordar, también, que los amigos forman parte integral de nuestra familia, por los lazos de afinidad y afecto, respeto y amistad, que prevalecen en las interrelaciones, fruto de incontables ciclos de vidas compartidas dando y recibiendo apoyo recíprocos en el desarrollo de una obra común. Si miramos con detenimiento, más allá de las apariencias, esa obra común salta a la vista, y es posible contemplarla. 

El objetivo eterno de cada ser, en los cuatro reinos naturales, es el de adquirir conciencia de la Divinidad que mora en sí mismo. Que la misma constituye la Divinidad Universal sin haberse separado de sí, y sin haber dejado de ser Ella misma. Luego, percibir que la propia conciencia es una réplica exacta de la de la Divinidad, y de que los atributos divinos que les son inherentes, -valores universales- que la Divinidad tiene desarrollados en todas sus vertientes y variantes, en grado infinito, son los que eternamente desarrollará, sin límites algunos, también en todas sus vertientes y variantes, en ese eterno retorno del ser individual al Ser Universal. 

En ese eterno retorno, al igual que el río al recorrer su curso hacia el mar, baña la tierra para alimentarla y volverla más fértil, coadyuvando al sostenimiento de la vida en sus múltiples facetas, el Espíritu contribuye a la expansión de la Creación Universal, de acuerdo a los planes del Gran Arquitecto Universal y a los planes que la Divinidad ha diseñado para cada ser, en los cuatro reinos naturales.  

En la eternidad expresada, y por expresarse, siempre, en tiempo presente, es natural suponer que todos precisamos de todos para realizar los designios de la Divinidad, en los cuales la Divinidad se ayuda a sí misma. No deja de ser un juego de Dios con Dios mismo, por lo cual, no hay que extrañarse que Dios se ayude a sí mismo bajo cualquier expresión de vida en la que se manifiesta. 

Adquirir conciencia de esta realidad, en sus ilimitadas variantes,  permite descifrar, comprendiendo mejor, el mecanismo de la vida y de la expansión universal de la Creación.

Comentario en revisión.
08 de febrero de 2014.


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