09 de febrero
EL LIBRO DE LOS
ESPÍRITUS, DÍA A DÍA
Uno de los mejores libros de todos los tiempos!!!
Autor: Allan
Kardec
210. Pueden los progenitores, por la
fuerza de la voluntad y de la oración, atraer en el cuerpo del hijo por nacer,
un Espíritu bueno en vez de uno malo?
-“No, pero pueden mejorar el
Espíritu del hijo que han hecho nacer y que les es confiado. Es para ellos un
deber. Hijos malos constituyen pruebas para los padres”-.
Antes de nacer, cada persona, en la dimensión espiritual elabora un plan de vida, en cooperación con todas las personas involucradas, en el cual se contemplan:
COMENTARIO EXEGÉTICO
DE GIUSEPPE ISGRÓ C.
Antes de nacer, cada persona, en la dimensión espiritual elabora un plan de vida, en cooperación con todas las personas involucradas, en el cual se contemplan:
1) Quienes serán sus
padres en el nuevo ciclo de vida, donde y cuando reencarnar y cualesquiera
otros elementos esenciales.
2) La misión de vida
que trae a la nueva existencia, en todas sus vertientes y variantes. Deudas y
acreencias kármicas por compensar, lecciones que aprender, objetivos de
servicios que realizar, y enseñanzas, según el plan del planeta, que asimilar,
y otras variantes.
3) Se establece, ya,
quien será el, o la respectiva cónyuge, y los hijos a los cuales habrá de darle
vida, tanto para compensar el karma, como por afinidad. Por lo cual, cuando una
pareja engendra y concibe un hijo, ya estaba previamente programado quien sería
el Espíritu que lo animará. En esto no ocurren errores. Podría ocurrir que el
Espíritu, a última hora, prevarique de su misión y compromiso adquirido, y se
rehúse a reencarnar. En algunos, se le consentirá. En otros, el mecanismo de la
justicia divina "le impondrá", -por
persuasión o por los medios coactivos que les son inherentes- el nacimiento. Igualmente, la
madre, cuando se trata de Espíritus de enemigos, a quien, en vidas anteriores
privó de la vida, en algunos casos, podría incurrir en el delito del aborto, o
después del nacimiento, dejar abandonado al niño, o darlo en adopción, o,
cualquier otro medios que es preferible dejar de mencionar, Esto constituye una
falta de la madre, que oportunamente, deberá responder por ese acto indebido.
Esto significa, que,
cada ser, por mucha oración o pedido que lleve a cabo, no cambiará a los
Espíritus que habrán de encarnar como sus hijos, porque ya existe un trato
espiritual previamente elaborado. Empero, la oración, o el pedido mental de que
le sean enviados buenos Espíritus como hijos, es, o constituye una fuerza
positiva, que influirá en igual polaridad, en el hijo por nacer, y que ejercerá
una influencia benévola para su mejoramiento en el nuevo ciclo de vida que
empieza. Es una especie de modelo visualizado que ejerce influencia positiva en
el hijo por nacer, desde el primer instante de su engendramiento, y concepción.
La actitud mental positiva de los padres será un molde que habrá de influir en
el perfeccionamiento de las tendencias espirituales del hijo, o de los
hijos.
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