DÍA A DÍA CON LA VERDAD UNIVERSAL:
Comentarios exegéticos
sobre El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec:
La obra cumbre del pensamiento universal:
11 de agosto
29. La ponderabilidad es un atributo esencial de la
materia?
-“De la materia tal como vosotros
la entendéis, sí; empero, no de la materia considerada como fluido universal.
La materia etérea y sutil, que forma este fluido, cualquiera sea el principio
de vuestra materia pesante, es para vosotros imponderable”-.
La gravedad es una
propiedad relativa: si no hubiese la atracción de los mundos no habría peso,
como no habría alto ni bajo.
COMENTARIO EXEGÉTICO DE GIUSEPPE
ISGRÓ C.
La ponderabilidad de la materia
significa que tiene peso, es decir: se puede pesar. Es la propiedad de la
materia que determina que todo cuerpo esté sujeto a las leyes de la gravitación.
El peso de un cuerpo equivale a
la fuerza con que es atraído hacia el centro de la tierra.
A medida en que un cuerpo se
desplaza desde el ecuador hacia los polos, su peso aumenta.
Igualmente, el peso de los
cuerpos disminuye hasta anularse, al alejarse de la tierra y llegar a una zona
denominada: No gravitacional.
Al mismo tiempo, le hace
susceptible a la atracción recíproca con otros cuerpos.
Dado que existe una materia más
depurada como la del alma, o periespíritu, que es, pese a todo, materia
quintaesenciada, fluídica, evidentemente su ponderabilidad le hace susceptible
de estar sujeta a otro tipo de fuerza gravitacional. Por ejemplo, utilizando al
alma como vehículo, el Espíritu puede desplazarse a la velocidad del “pensamiento”.
La depuración del alma puede permitir al Espíritu encarnado una mayor
percepción de la dimensión espiritual. O, proyectarse a mundos más
evolucionados donde impera un nivel de frecuencia vibratoria acorde con un alma
más depurada.
Evidentemente, la depuración del
alma va acorde con la del Espíritu, quien incide a que la misma se manifieste,
también, en su cuerpo, como mayor belleza o suavidad en los rasgos físicos.
Esta depuración del alma, como
materia quintaesenciada, equivale a la suma espiritual acumulada por el
Espíritu en sus incontables existencias materiales, en el planeta tierra, y en
incontables otros mundos en que haya vivido.
Esa suma existencial ubica, o
reubica, al Espíritu, en el orden cósmico que le corresponde, en el contexto de
todas las cosas, regido por la ley de afinidad.
En ese nivel, la fuerza de
atracción, o de repulsión, que se opera a nivel del alma, y del Espíritu, se
interrelaciona a partir de los pensamientos, sentimientos, emociones,
vibraciones, aura espiritual, y sensibilidad espiritual-anímica, que le
circunscribe a esferas mentales-espirituales determinadas.
Todo va parejo: depuración
espiritual-anímica, que incide en los
pensamientos, sentimientos, deseos, palabras, actos y práctica de todas las virtudes.
Se va pasando, gradualmente, a
esferas mentales donde imperan niveles más depurados de Espíritus, en sus
respectivos vehículos anímicos, o peri-espirituales.
La ponderabilidad es la propiedad de la substancia que
conforma los distintos cuerpos, en la naturaleza, que le hace susceptible de tener
peso, densidad y solubilidad. Dichos cuerpos pueden encontrarse, en un momento
dado, en estado: Sólido, líquido o gaseoso. Y, por supuesto, en una variedad de
estados, aún por conocer.
Hasta los pensamientos son considerados cosas, los
cuales se encuentran sujetos a la ley de atracción y de repulsión.
El Espíritu piensa en imágenes, y éstas están,
igualmente, sujetas a la ley de atracción y repulsión.
Los sentimientos, también están sujetos a las mismas
leyes de atracción y repulsión. Es la fuerza que les impele, en algún grado, un
determinado tipo de materia, o simplemente, energía?
Ya se ha visto, en otra parte, como las vibraciones
del Espíritu condensan la energía y manifiestan determinadas expresiones
físicas a nivel de los Espíritus elementales de la naturaleza. Empero, la ley
rige en los cuatro reinos naturales, en las dimensiones: Espiritual y física.
La ciencia ha determinado otras propiedades de las
substancias que conforman los cuerpos, como son:
A)
Forma, color, sabor, olor, impenetrabilidad, inercia,
indestructibilidad, divisibilidad, organolépticas (apreciadas por los sentidos
físicos), por su impresión al tacto, sonido, y propiedades químicas, que
determinan acciones sobre otras substancias como descomposiciones y combinaciones,
entre otras.
B)
Otras propiedades son:
1)
Masa, volumen, longitud y capacidad.
2)
Peso específico, dureza, índice de refracción y coeficiente
de solubilidad.
Tema para desarrollar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario