sábado, 10 de agosto de 2013

DÍA A DÍA CON LA VERDAD UNIVERSAL: 10 de agosto


DÍA A DÍA CON LA VERDAD UNIVERSAL:

Comentarios exegéticos
sobre El Libro de los Espíritus, de Allan Kardec:
La obra cumbre del pensamiento universal:
 10 de agosto


28. Por cuanto el Espíritu es, también él, alguna cosa, no sería más exacto y menos vago denominar a estos dos elementos generales materia inerte y materia inteligente?
-“Las palabras nos importan poco, a nosotros; precisad vuestro lenguaje de modo que os podáis entender. Vuestras disputas provienen casi siempre por estar en desacuerdo sobre el significado de los vocablos, por ser vuestra capacidad  insuficiente para expresar las cosas que dejan de entrar dentro de la percepción de vuestros sentidos”-.
 Comentario de Allan Kardec: Un hecho evidente domina todas las hipótesis, el cual es que vemos, por una parte, la materia no inteligente; por la otra, un principio inteligente que no depende de la materia. Pero, cuáles son el origen y las conexiones de estas dos cosas, lo ignoramos. Si tenemos o no un origen común, o puntos de contacto necesarios; si la inteligencia existe de por sí, o es solamente una propiedad, un efecto; si ella, según la opinión de algunos, es una emanación de la Divinidad; lo desconocemos. Materia e inteligencia nos parecen diferentes, por lo cual las vemos como dos principios que constituyen el universo. Por encima, además, de cada cosa, vemos una inteligencia que domina todas las demás, las gobierna, y se distingue por sus atributos esenciales; a esta inteligencia suprema, la denominamos Dios.

COMENTARIO EXEGÉTICO DE GIUSEPPE ISGRÓ C.

La materia y el Espíritu, constituyen partes de dos dimensiones diferentes: La física y la espiritual. Ya se ha estudiado como la materia es condensada a partir de la energía por el respectivo Espíritu elemental de la naturaleza. Por ejemplo: El hierro, la plata, el oro, el plomo, el estaño, etcétera.
Viendo más allá de las apariencias, en la materia inerte existe un estado vibratorio constante, que es el del Espíritu que lo trae a la manifestación física, y lo mantiene en ese estado. Es una energía en constante movimiento. Al separarse el Espíritu de la materia, se efectúa un proceso de desintegración de la misma y la energía que la conformaba retorna al depósito universal. El Espíritu, a su vez, queda libre de la materia y automáticamente se encuentra en la dimensión espiritual, en la frecuencia vibratoria que le es inherente.
En cuanto a la materia inteligente, lo es, en los cuatro reinos naturales, por el atributo de la inteligencia que posee el Espíritu que la anima, en determinado ser de los cuatro reinos naturales.
Todo el maravilloso proceso inteligente que realiza la materia, en cualesquiera de sus formas: mineral, vegetal, animal y humana, se lleva a cabo por la programación espiritual que se encuentra en el alma, como elemento de enlace, entre el Espíritu y el cuerpo y por la dirección del Espíritu en calidad de conductor. La diferencia entre las manifestaciones inteligentes en cada ser de los cuatro reinos naturales, se deben a las variaciones en el desarrollo de las aptitudes del respectivo Espíritu.
Estas variaciones en el grado de expresión de la inteligencia, entre un ser y otro de la misma especie, se debe a la desigualdad en el nivel evolutivo, o estado de conciencia, del Espíritu en cuestión.
Cada Espíritu tiene su propia historia. Si ha evolucionado más, lo expresará en el mayor desarrollo de sus aptitudes. Por supuesto, esas aptitudes, que constituyen capacidades de ver, comprender, hacer o dejar de hacer, entre otras cosas, denotan, claramente, esa diferencia evolutiva.
En toda materia inteligente, lo que se expresa es la inteligencia del Espíritu que la anima.

A su vez, toda inteligencia individualizada, es el mismo atributo divino que posee el Ser Universal, o Divinidad. 


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