COMENTARIO EXEGÉTICO DE GIUSEPPE
ISGRÓ C.
Esta pregunta se subdivide en
tres vertientes:
La primera, en la que
el maestro Allan Kardec formula la pregunta: -“Pueden los Espíritus reencarnar en un planeta relativamente inferior
a aquel sobre el cual han ya vivido?”
La respuesta
contempla un enfoque, el de que, un Espíritu, como misión de cooperación, puede
encarnar en un mundo de inferior progreso con el fin de contribuir a su avance.
Tenemos incontables ejemplos con seres muy evolucionados que han encarnado en
el planeta Tierra con el fin de contribuir a su desarrollo evolutivo. Las
enseñanzas que ellos han transmitido, sin duda alguna no es originaria del
planeta tierra. La han adquirido en mundos más evolucionados.
El segundo enfoque de
la respuesta, lo contempla en mismo Allan Kardec, en la siguiente pregunta: -“No
sucede, de igual manera, también por expiación, pudiendo Dios enviar Espíritus
rebeldes a mundos inferiores?”
Obtiene como respuesta: -“Los
Espíritus pueden quedar estacionados, pero no retroceder: su castigo consiste
en no progresar y en repetir las existencias mal empleadas en el medio más afín
a su propia naturaleza”-.
Efectivamente, los
Espíritus pueden quedar estacionados pero no retroceder en cuanto al nivel
evolutivo alcanzado. Aquí distinguiremos dos aspectos:
El primero: Pese a
que no retroceden evolutivamente, algunos Espíritus, por incurrir en actos
indebidos, en muchísimas ocasiones producen un estado de desmejoramiento en sus
condiciones existenciales, a nivel de la dimensión física de la vida, o de la dimensión
espiritual, como seres desencarnados. Pero, es el estado de las cosas, las
deudas kármicas que adquirió y que debe compensar, empero, no hay un retroceso,
y el restablecimiento del orden, de la armonía y del equilibrio, significará un
aprendizaje, y un avance en su estado de conciencia, y en el desarrollo de sus
habilidades para resolver situaciones. Desarrolla, simultáneamente, sus aptitudes
perceptivas – realizadoras que le
ayudarán, en lo sucesivo, no volver a incurrir en los mismos errores, o a
corregirlos más fácilmente, en caso de volver a hacerlo, asumiendo las
responsabilidades inherentes.
El segundo: En un
determinado mundo, en un momento dado en que su mayoría de habitantes ha
culminado las etapas de progreso previamente programadas, y previstas, pasando
a una fase superior, todos aquellos Espíritus que se quedaron rezagados, y no
superaron el grado de aprendizaje que le era inherente a esa etapa, quedan
fuera de lugar en ese mundo. Constituirían un factor perturbador al progreso de
la mayoría si esos grupos de retrógradas, (generalmente son de diferentes
niveles), por lo cual la ley cósmica los separa del grupo mayoritario. Es igual
a lo que ocurre en las escuelas o universidades. Aquellos que no aprueban el
grado, deberán repetir. Pero, esta repetición del curso, se realiza en mundos
acorde al nivel evolutivo en el que se quedaron rezagados, donde, al mismo
tiempo, por provenir de mundos más avanzados, de factores perturbadores del
progreso, se transforman en coadyuvantes en esas humanidades de menor progreso.
Esos grupos de
rezagados que emigran, por efecto de la ley cósmica, a otros mundos de inferior
nivel de progreso, es lo que se conoce como “los ángeles caídos” que la memoria
ancestral, en el planeta tierra, conserva como una reminiscencia de lo
ocurrido.
Colocamos a
continuación, la respuesta que hemos dado a una pregunta sobre el particular:
-Haremos abstracción de cualquier referencia a grupo alguno, ya que la
referencia a los ángeles caídos pareciera ser más antigua, aún, que cualquier
grupo naciente en los últimos 2.000 años.
Allan Kardec es un pionero, con el libro Génesis, en aportar una
explicación sobre los ángeles caídos. Sobre el nivel de los Espíritus, el Libro
de los Espíritus es muy explícito. Estimamos que al hablar de los ángeles
caídos en general, se hará clara cualquier analogía sobre un Espíritu en
particular.
Dada la pluralidad de mundos habitados, y la existencia de incontables
mundos habitados de grados variables de progreso, desde los más rudimentarios,
pasando por muchos semejantes al planeta tierra, a otros de progreso tan
avanzado casi inimaginable, es decir, mundos que nos llevan –virtualmente- una
eternidad por delante del del progreso del planeta tierra, dada la eternidad
preterida preexistente, y al hecho de que el planeta tierra no es, precisamente,
ni de los de mayor tamaño, ni de los más antiguos entre los existentes en el
universo.
Los diferentes mundos van avanzando en progreso, y a un cierto momento,
una minoría queda rezagada, a tal punto que mantenerle en dicho mundo,
constituiría, esa minoría, un estorbo a la actividad de la mayoría.
En ese momento, por un mecanismo de la ley cósmica, esa minoría retrógrada
es reubicada en diferentes mundos, cada parte del grupo, en aquel ambiente más
análogo a su nivel evolutivo.
En esos mundos de menor nivel de progreso, esos “ángeles caídos”, de
constituir un estorbo al progreso en su mundo de origen, en el nuevo ambiente
pasan a ser maestros, ya que su nivel de progreso es de grado más avanzado al
del mundo en que ahora se encuentran desterrados, -“caídos”-.
Esto explica que, en épocas pasadas, en que, en el planeta tierra existían
humanidades primitivas, emergiesen nuevas civilizaciones con grupos étnicos más
desarrollados. De más belleza física, de inteligencia más despierta, que
aportaron innovaciones, e inventos, antes inexistentes. También, expresaron
ideas y conocimientos más avanzados, tecnología y métodos de trabajo más
sofisticados a los previamente existentes en esa región, así como una
arquitectura más sofisticada. Los hijos, de la noche a la mañana, en cada nueva
generación, comenzaron a manifestar una belleza física superior a la de los
padres, y sus rasgos de inteligencia, también.
La ciencia de la Parapsicología, en el siglo XX, reacuñó el término
“philias”, que antiguamente significaba amistad, con la acepción de: “El
arrastre de los rasgos físicos, de las aptitudes, -o capacidad de comprender,
de hacer y de dejar de hacer-, las fobias y traumas, e idiosincrasias, de una
existencia a otra”.
Esto explica, o ayuda a explicar, los grandes enigma de la historia, y el
por qué emergen civilizaciones nuevas sin que, previamente pueda ubicarse
rastro alguno en el planeta, de las mismas.
Esas inmigraciones espirituales arrastran consigo sus rasgos físicos desde
sus mundos de origen, su nivel evolutivo y aptitudes, idiosincrasia y otros
elementos de su carácter,
La raza adámica –grupo étnico adámico, o adamítico- es una demostración de
esto; posteriormente a cada inmigración de espíritus de diferentes mundos, con
su respectiva emersión de nueva civilización, con rasgos claramente definidos,
y a los movimientos migratorios dentro del planeta tierra, va produciendo los
diferentes cruces étnicos, con los resultados que todos conocen, a través de
los tiempos. Las conquistas de Alejandro Magno y a los cruces étnicos a que
sometía a sus soldados con las mujeres de los pueblos conquistados, a quienes
obligaba a casarse, en vez de tomarlas como esclavas, es un claro ejemplo de
dicho cruce étnico.
El libro LAS LEYES DE MANÚ, -Manava Dharma Sastra-, de 5.800 años de
antigüedad, que conforma parte de esa literatura conocida como védica, y que se
califica como “las enseñanzas de los oidores a los pies del maestro”, es decir,
a los pies de un “SENSITIVO” o médium, tiene niveles de conocimientos sobre la
ley de la reencarnación y la ley del Karma, entre otros, muy avanzados para una
etapa primitiva de la humanidad, que, en definitiva, no puede ser un conocimiento
nacido en el planeta tierra, sino percibido por diferentes medios que, dentro
de la doctrina Espírita, son conocidos. Esto, evidentemente, le comienza a dar
un sentido, y una explicación, a determinadas interrogantes que alguien pueda
formularse al respecto.
Otros escritores que hablan sobre el tema de las inmigraciones
interplanetarias, o grupos de desterrados, o ángeles caídos, son: Joaquín
Trincado, fundador de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal,
en Argentina, en 1911, y lo hace en diferentes obras de su autoría, de su
extensa producción. El excelente escritor mexicano Rodolfo Benavides, lo hace
en sus diversas obras, entre ellas: LEVANTANDO LA CORTINA, EN LA NOCHE DE LOS
TIEMPOS y RUMBOS HUMANOS, entre otras; Benavides, es el autor de los libros
DRAMÁTICAS PROFECIAS DE LA GRAN PIRÁMIDE, y CUANDO LAS PIEDRAS HABLAN LOS
HOMBRES TIEMBLAN, de excelente nivel y calidad. Existen otros autores espíritas
que hablan sobre el tema, de diferentes maneras, en cuanto a las migraciones de
un mundo a otros, aún desde la época de Allan Kardec, como Victorien Sardou y
Camille Flammarion.
En la última parte de la pregunta, Allan Kardec, inquiere: -“Cuáles
Espíritus deben repetir la misma existencia?”
-“Aquellos que incumplen sus
objetivos y las pruebas que les son inherentes”-.
Evidentemente, todos aquellos
objetivos existenciales que conforman un determinado plan de vida, en una o en
múltiples existencias, los resultados que quedan pendientes de ser alcanzados,
deberán formar parte de los nuevos planes del siguiente ciclo de vida.
A un determinado momento, al
igual que ocurre en muchas escuelas, ya no se le da cabida a algunos alumnos,
quienes deberán cambiar de escuela, que le acoja, en el ejemplo del que
tratamos, serían escuelas-mundos.
Al igual que algunos alumnos
recalcitrantes podrían precisar cambiar más de una escuela, por no aplicarse adecuadamente,
o con disciplina, a los estudios, podrían, cierta cantidad de Espíritus, precisar
emigrar, en el momento, de llegar a ocurrir, a mundos aún de inferior progreso,
hasta que, en cuyos ambientes decidan aplicarse al trabajo, al estudio y al
progreso.
Es allí que comenzarán a
lamentar el tiempo perdido.
Acaso los lectores no conocen
a gran número de personas que quisieran vivir en mundos más avanzados al de la
tierra, en los cuales estarían libres de las vicisitudes inherentes a éste?
No dejan de ser reminiscencia
de un conocimiento de mejores ambientes, al igual que cuando se pasa de un país
más desarrollado a otro de menor nivel de desarrollo.
Empero, ese anhelo de un
mundo mejor, del cual, sin duda, cada Espíritu guarda un recuerdo en su archivo
espiritual, en el alma, es preciso contribuir a crearlo, de manera que, en este
ciclo de vida, o en los venideros, al volver, encontremos las condiciones
óptimas de vida, y de desarrollo, que anhelamos.
Si queremos un mundo mejor en
el cual vivir, debemos contribuir a crearlo. Esa es la misión inherente a cada
ser en los cuatro reinos naturales. Es probable que los reinos animal, vegetal
y mineral estén cumpliendo en forma óptima su cometido.
-Y, el ser humano?
-Cuántos de los que vivimos en el planeta Tierra, en un futuro, al imperar niveles de vida optimizados, pudiésemos precisar otras escuelas, -otras moradas-, afines a las propias condiciones evolutivas?
Y, cuántos, podrían precisarlos de mayor progreso, por ser alumnos muy aventajados?
-Usted que cree?
-Qué piensa usted de todas aquellas personas que se sienten extranjeros en el mundo Tierra?
-Qué significa esa reminiscencia?
Solo como objetivos de meditación.
Comentario en revisión y
desarrollo.
Gracias.